martes, 9 de octubre de 2007

LO QUE QUIERAS QUE SEA

Te puedo decir grandes cosas,
tal vez mil palabras de amor,
con señas que salgan del alma,
y eso no basta, no alcanza.

Decirte cosas bonitas,
es darle una flor a una rosa
y darle un lucero al sol.
Es creerte humana siendo diosa.

Amiga mía, tu amistad es una semilla.
Siémbrala aquí en mis anhelos,
para romper los fríos hielos
que me dejó la soledad.

Para ver si florece el amor
y comemos de sus frutos,
de esos que borran el dolor
y se llevan nuestros lutos

Amiga mía, sólo quiero ser,
lo que quieras que sea:
Tu ángel guardián
o tu fiel caballero,
ser quien guarde tus secretos
o el secreto que no digas.

Amiga mía, sólo quiero ser,
lo que quieras que sea:
Un simple compañero
o la emoción de tus mañanas.
Un simple amanecer
o el sol de tu ventana,
que muera al atardecer,
para volverme luego estrella
y así cuidar tu anochecer.

Autor: Emanuel A. Callirgos Rivas

viernes, 17 de agosto de 2007

Caminando, caminé

Hoy, te quiero contar
mi pequeña gran historia.
Hoy un tristealegre cantar
será también tu historia.

Quizá alegre se vuelva
con tu mirada cordial.
Quizá triste se quedé
si tus ojos se van.

Serán los francos versos
que hoy te regalaré;
mis más anhelado sueño:
¡Que hable la letra,
que hable el amor!

“Tú eres el alma,
yo soy el sol.
Tú eres caricia,
yo tu canción”.

Serán los claros versos
que he guardado para ti.
El camino se hizo largo
pero alegre el caminar.

La brega fue perversa,
pero ufano el descansar.
Vi mil lágrimas correr
y mil sonrisas redundar.

Solamente inspiración
y muy poca regla,
de verso o escritura,
de rima o medición.

Simplemente escribía
por la ley natural
que el corazón imponía.
¡Como un río y su caudal!...

...Y empecé el camino
un día de aquellos.
Recordando sonrisas,
y pasados bellos.

“Amor fotográfico”.
El primer poema.
Lo escribí ante el retrato
del amor que era mi pena.

¡Pero ya! ¡sin más rodeos!
Lee estos versos,
que son mis penas y alegrías,
mi pasado y mi presente hechos cantos y elegías.

AMOR FOTOGRAFICO

Cada noche al acostarme,
amor mío...veo tu foto,
minutos antes de dormir
tu rostro viene a mirarme.

Y junto a él, tantas cosas.
Amor abundante
y sonrisas pasadas,
que hieren la mente

“Vivo por amor,
sufro por ti,
te amo en silencio,
me callo en ti.”

Vestida de rosado,
resplandeciente
y deslumbrando,
a cuantos ojos
te han mirado. Te encuentro.

En esa foto plasmada
el día de tu cumpleaños.
Quince diciembres
acabados de cumplir.

Y beso la foto pensando en tí
y te acaricio la mejilla
imaginadote cerca,
muy cerca de mí.

Y me doy cuenta
que te amo,
pero no me amas tú.

“Que el amor, con amor se paga”
y el olvido siempre es un castigo.

Y aunque no me amas
algún día entenderás
cómo duele este castigo
de quien tú ansías más.



Y el dolor más grande
encontrarás
en el ser amado que,
por alguien más
te habrá dejado
en las manos de aquel
que por alguien más,
te habrá olvidado...

...Y así empezó todo
desde aquel día,
en que el alma mía
todo verso me ha dictado.

A partir de aquí
sólo te haré compañía
lee con calma mis versos,
y en ello el alma mía.
No sólo hablan de melancolía
unos hablan de Dios,
y otros hablan de alegría...

miércoles, 15 de agosto de 2007

CON UN POCO DE TERNURA

Con un poco de ternura
y con un beso en la boca
voy a pedirte perdón
y borrarte la amargura.

Pues no soy sabio necio como roca.
soy un necio humano que se equivoca

Soy el reflejo de los reveses de antaño
que fecundado en mis palabras,
en mis gestos y maneras
a veces sin desearlo te hace daño.

Soy un simple humano,
pasajero en tu tranvía,
al que a veces de la mano
no le nacen las caricias,
ni la flor, ni la paciencia,
ni el amor que tanto ansías.

Con un beso en la amargura
de tu odio seré la cura,
para no ser el necio que se equivoca,
seré el humilde que tu alma invoca.

Dame lo que tengas que darme
y no me des lo que me hace falta,
que si me das lo que no tengo
no me darás la mejor parte.

Y bueno, yo por mi parte
seré el ladrón de tus rencillas
que con un beso en las mejillas
borre el dolor que pude darte.

Princesa mía, bello lucero,
no he olvidado aquellos días
de aventuras y alegrías,
de entregas santas y amor sincero.

En que mi alma era inocente
como tus ojos cuando me aman
o cuando ríes de emoción
o me dices suavemente al oído:
“Soy solamente tuya.”

Con un poco de ternura
te enseñaré a no aprender de mis errores
y extraeré de tus temores
la virtud del alma pura.

Con un poco de ternura
te borraré la incertidumbre
la ansiedad y la premura.
Y así mi amor, todo mi amor te alumbre.

Autor: Emanuel A. Callirgos Rivas

NO TE DUERMAS CORAZON

No te duermas corazón
sigue amando sin medida,
sigue dándome razón.
Dame voz para mi canto
dame amor para mi lira.

No te duermas corazón
da con fuerza tus latidos,
que no importa si no está,
si se fue tu inspiración
o el amor se te ha marchado,
no importa ya.

CORO:
Canta conmigo este llanto
que no te llene de dolor,
sólo escúchalo y recuerda
cuando niños del alma
y niños del silencio,
reíamos ansiosos por tanto amor,
mirando al cielo, mirando al sol.

No te duermas corazón
en los rencores de la vida
que no hay tiempo para odiar
que no te ganen la partida.

Autor: Emanuel A. Callirgos Rivas

EL TROVADOR DEL PUEBLO

El mismo camino trazado,
empiezo de nuevo a andar.
Porque fui un caminante con los pies atados,
sin embargo hoy la libertad me ha desatado

El mismo camino trazado
de aquellos años de ilusión,
nuevamente empiezo a caminar.
Hoy ha nacido en mi alma una flor.

Soy el trovador del pueblo
y los terruños olvidados.
Nací en cuna de carne y hueso
de la mejor calidad: mi madre.

Soy el canto de las aves
traducido al humano.
Soy sus ganas de vivir y
sus alas volando al infinito.

Soy poema que canta con el alma,
soy, pasión, torrente y calma.
Inspiración que vuela y nadie alcanza
soy la vida de un verso que descansa.

Soy la muerte del fracaso
que ya duerme en el pasado.
Soy torrente y riachuelo
dispuesto a mojar los prados.

Soy el trovador del pueblo
que canta con amor al desamor,
con esperanza al desconsuelo
y con paciencia al dolor.

Soy el trovador del pueblo
con un destino trazado
y aunque fui caminante con los pies atados,
hoy la poesía nuevamente me ha dejado en libertad.

Autor: Emanuel A. Callirgos Rivas